Habría tenido una superficie de 92 kilómetros de diámetro y poco más de 2
kilómetros de profundidad.
La NASA informó el domingo pasado
que La nave Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) la cual orbita Marte encontró
pruebas de la existencia de un antiguo lago de cráter alimentado por aguas
subterráneas, lo cual estaría respaldando la teoría que sostiene que allí en el
planeta rojo pudo haber albergado vida en algún momento. Información brindada
por el espectrómetro muestra huellas de carbonato y minerales de arcilla,
generalmente formados en presencia de agua, en la parte inferior del cráter
McLaughlin. El posible lago carece de canales de flujo de entrada, lo que
advierte que este se alimentaba de agua subterránea que fluía desde el subsuelo
al cráter y habría tenido 92 kilómetros de diámetro y 2,2 kilómetros de
profundidad, una gran cuenca húmeda que podría revelar la habitabilidad en este
planeta, según los expertos.
"Algunos investigadores
proponen que el interior del cráter captura el agua", señaló la agencia
espacial estadounidense, y agregó que "en la zona subterránea podría haber
habido ambientes húmedos y potenciales hábitat".
"Este nuevo informe revela un Marte más complejo de lo
que se creía, por lo menos con algunas zonas más propensas a mostrar signos de
vida antigua que otros", ha señalado el jefe de la misión MRO, Rich Zurek
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